lunes, 30 de agosto de 2010

Carta abierta: “ PIDO PERDÓN”
Quiero pedir perdón públicamente a todos, por las denuncias que, por la contaminación de los ríos, vengo haciendo hace 33 inviernos, desde el Delta, donde vivo.

Pido perdón a las autoridades y funcionarios desde la dictadura hasta nuestros días, a los medios y a las personas en general a las que induje a creer y ocuparse de la mortandad de peces relacionándola con la contaminación industrial y cloacal de los ríos de La Plata, Riachuelo, Reconquista, y del Delta en general.
El último informe oficial, en particular el de la OPDS (Organismo Provincial para el Desarrollo Sustentable) de julio- agosto 2010, dice que: “en términos generales, la mortandad de peces es algo frecuente en Argentina”.”Que es multiespecífica y que la muerte se debe a un shock de estrés por hipotermia.”
Es decir, que la mortandad masiva de peces se debe a las bajas temperaturas.
A partir de esta afirmación oficial, basada en conocimiento científico, es que he decidido disculparme por las molestias y la alteración de la tranquilidad pública que han causado mis denuncias.
Deduzco que los análisis que se realizaron de las aguas en que se registraron las muertes, que siguen ocurriendo, están en perfectas condiciones y que los ríos no están contaminados.
Como toda crisis puede transformarse en una oportunidad, paso a enumerar algunas propuestas relacionadas a la calidad del agua:
1- Ya que los peces han muerto por hipotermia y no por contaminación, usarlo como recurso ictícola de bajo costo cada invierno. No harían falta ni redes, ni cañas, ni barco para obtenerlos.
2- Retirar todos los carteles que prohíben bañarse por aguas contaminadas o peligrosas que están a lo largo de la costa del Río de la Plata y Luján.
3- Habilitar balnearios públicos para recreación, con uso del río, a lo largo de las costas mencionadas.
4- Tomar agua del Río Luján para la nueva planta potabilizadora en Dique Luján ahorrándonos el millonario y complejo acueducto de más de 20km que traerá el agua cruda del Paraná de las Palmas.
5- Hacer una PYME para fabricar ropita de invierno para peces para el próximo invierno y así generar fuentes de trabajo.
Quiero agradecer a los funcionarios que han logrado que el agua de los ríos estén en buenas condiciones, a los empresarios que ya no contaminan en la Argentina, (cosa que sí sucede en Uruguay con Botnia y en Rusia con Chernobil)
Gracias por recuperar, cuidar y preservar nuestros recursos.
Una vez más, pido perdón. Mis denuncias, por suerte ya carecen de fundamento y de sentido.
Saluda a Uds,
Martín Nunziata
DNI: 4. 618. 920

viernes, 27 de agosto de 2010

¿POR QUÉ MUEREN LOS PECES?

El verano de 2009 fue un período de creciente de los ríos Paraná, el Uruguay y de otros ríos de la Cuenca del Plata. Los vientos del Este y del sudeste soplaron más seguido por la corriente del niño, e hicieron que se intensifiquen las lluvias y las mareas, que alimentaron la creciente de los ríos en toda la zona.
Con la creciente se multiplicaron los ambientes acuáticos, los peces accedieron a nuevos recursos, la contaminación se licuó un poco entre tanta agua, y los peces se reprodujeron en gran cantidad, como hacía años no pasaba.
Se los veía en todos lados: comiendo pan a borbollones al pie del muelle, entrando de un salto en botes y en canoas, nadando entre las plantas del jardín durante las crecientes o fritos con grasa y con limón, llamando a comer desde una fuente.
Mojarras, bagres, pacucitos, dorados, surubíes, chafalotes… había tantos peces que parecía que nos nadaban por los ojos. Llegó el invierno, las aguas bajaron y otra vez los peces fueron protagonistas, pero en este caso como una silenciosa e interminable marcha fúnebre.

¿Qué pasó? La Municipalidad de Tigre tomó cartas en el asunto y difundió un comunicado donde se divulgaba una parte de la verdad. Se adjudicaba la muerte al frío y a unos hongos. Pero de la otra, de la verdad incómoda, no dijo nada.
Es real que gran parte de esa población de peces multiplicada durante la creciente sufrió las consecuencias del frío y se hizo más vulnerable. El frío cobró sus víctimas, pero el frío no mata sólo. Al bajar las aguas se concentraron los peces, pero también se concentraron los tóxicos que se usan en los monocultivos de soja, pino y eucalipto en toda la cuenca y los que tiran las mineras a cielo abierto en la Cordillera.
Mientras tanto acá, en la Gran Ciudad de Buenos Aires, otras agresiones al ambiente hacen que el progreso empiece a mostrar sus límites. Retrocedamos diez años.

Crónica de una muerte anunciada

En el año 2000 también hubo corriente del niño, también subieron los ríos y hubo muchos peces. Pero pasaron además otras cosas que, diez años después, explican que los ríos del Delta ya no sean los mismos.
En ese año, una empresa contratada por el Estado en una licitación millonaria, Covimet, terminó sus trabajos en la cuenca del río reconquista, donde vuelcan sus residuos 12.000 industrias del norte y el oeste del Gran Buenos Aires. El objetivo era “sanear la cuenca”. Así lo publicitaban sus carteles. Así lo decían los diarios.
El saneamiento consistió en entubar los arroyos, rectificar los ríos, y en cortar los árboles de las orillas y hacerlas de cemento para que el agua corra más rápido. Se decía que así se solucionaba el problema de la contaminación en la cuenca. Pero limpiar los ríos no es hacer que desagoten más rápido. Limpiar los ríos es dejar de contaminarlos. Así que la contaminación siguió y nos acostumbramos a ella.
Como punto final del trabajo, acá en el Tigre, le cambiaron al Reconquista su desembocadura natural, haciéndolo desaguar aguas arriba del Luján, por la pista nacional de remo, también llamada “Canal Aliviador”. Para evitar las inundaciones en la cuenca, agrandaron su desembocadura. Desde entonces, después de cada tormenta que lava el río, o cuando sopla el viento sur, la contaminación industrial y cloacal del oeste y el norte del Gran Buenos Aires cruza el río Luján y entra al Delta por el Carapachay, el Angostura, sigue por el Espera, el Sarmiento, el Abra Vieja. ¿En cuántos ríos vemos al agua marrón volverse gris? ¿Cuántas veces vimos a los peces entrar vivos al Río Tigre con la creciente y bajar muertos con la bajante?

Tigre, un lugar privilegiado

También en el año 2000, los inversionistas descubrieron que los humedales costeros del río Luján, considerados pantanos inservibles, eran un lugar ideal para hacer buenos negocios. Se compraban barato, se rellenaban y se vendían por mucha plata. Los negocios crecen rápido y en sólo diez años los barrios cerrados se multiplicaron y lo que antes era el valle de inundación del río Luján hoy es una inmensa ciudad privada.
Los humedales costeros, al igual que las islas, son los que amortiguan las inundaciones y reciclan la contaminación, limpiando el agua. Después de cada creciente vemos como el agua baja clara y filtrada desde las islas. Más contaminación, menos naturaleza para limpiarla. La combinación es explosiva y muestra los límites de la naturaleza para hacerse cargo del asunto, cuando el frío aprieta.

¿Y en las islas cómo andamos?
El Delta está incluido en este modelo de progreso basado en los negocios rápidos. En el frente de avance, detrás de los juncales, las dragas trabajan día y noche, enturbiando arroyos, abriendo canales, rellenando islas, para asentar la primera colonización urbana en las islas: Colony Park. Otra vez humedales destruidos, otra vez la contaminación ganando terreno, otra vez el silencio oficial.



Desarrolladores cuestionan a EIDICO por construir sin aprobaciones ni estudios de impacto

Las denuncias contra la empresa dirigida por Jorge O'Reilly y Juan Angel Seitún vienen resonando en los medios por la lucha de integrantes de pueblos originarios, pobladores rurales, ambientalistas y algunos legisladores. Sin embargo, en este caso, las fuertísimas acusaciones fueron lanzadas nada menos que por el vicepresidente primero de la Cámara Empresaria de Desarroladores Urbanos de la Argentina (CEDU), Eduardo Gutiérrez. "¿Quién o quiénes están encubriendo esta problemática durante tantos años?", se preguntó Gutiérrez durante una polémica abierta en la Expo Real Estate. El directivo de CEDU pidió expresamente a los medios presentes ocuparse del tema y no silenciarlo más.
Por Sofía Wachler / Asteriscos TV
Expo 2010: el mercado inmobiliario se sincera
“El hombre es esclavo de sus palabras y amo de sus silencios”.
El artículo original está en http://argentina.indymedia.org/news/2010/08/746901.php